La homosexualidad en el Holocausto
Durante el holocausto se estima que murieron entre 12 y 15 millones de personas, niños, personas mayores, jóvenes quienes eran explotados hasta que les resultaran inservibles para después matarlos de la peor manera
Los judíos eran marcados en los campos de concentración con la respectiva estrella de David. Pero durante el Holocausto también fueron perseguidos y masacrados los homosexuales ya que el Parágrafo 175 era una ley en la que
condenaba a los hombres “gays” y estos eran representados con un triángulo rosa, y las mujeres lesbianas con un triangulo negro con el que englobaba, como una definición muy extensa, las personas asociales.
Al principio las leyes nazis no prohibían abiertamente el lesbianismo, al contrario de la homosexualidad masculina la cual si estaba penada a muerte; el lesbianismo, se encontraba en un vacío propiciado por el machismo nazi; pero poco después de ser enviados a los campos de concentración eran castigados o sentenciados a la esterilización generalmente usando la castración, para que finalmente en 1942 Hitler los condenara a muerte.
Para la Alemania de la Segunda Guerra mundial las mujeres tenían” marcado” en su ADN ser una mujer dócil y sumisa, al cargo de los niños y sirviendo siempre a su marido, la mentalidad nazi reducía a la mujer a un mero ente doméstico y le negaba por definición la potestad, el derecho o la libertad de sentirse atraída por otra mujer; básicamente creían que la mujer no tenía derecho a decidir sobre sus intereses externos al de las labores domésticas, eso para las ciudadanas alemanas, pero para las judías lesbianas aparte de estar en un campo de concentración, algunas eran excluidas y cruelmente humilladas y asesinadas.
Se estima que cerca de 200.000 gays y lesbianas fueron asesinados junto a los seis millones de judíos y judías que los nazis exterminaron durante la Segunda Guerra Mundial.
Implícitamente se consideraba que el lesbianismo no suponía un problema relevante para los nazis seguramente por que la mujer en si no suponía tácitamente un problema relevante para el régimen. Hablamos de un machismo estructural que negaba a las mujeres la propia definición de homosexual, porque se contemplaba a la mujer como una persona puramente servicial y aunque las lesbianas no estaban incluidas en el
Parágrafo 175, fueron igualmente perseguidas por el nazismo por transgredir el ideal del rol femenino impuesto, que como ya habíamos comentado era el dedicarse al cuidado de los hijos, a la cocina, y a la iglesia “KINDER, KÜCHE, KIRCHE”
Esta apatía hacia el lesbianismo pudo haber ocurrido debido a la visión no amenazadora que representaba la mujer.
Las judías lesbianas, se casaban con extranjeros, principalmente chinos, por que automáticamente se les otorgaba la ciudadanía extranjera y de esta forma huían de los campos de concentración; pero poco después eran denunciadas como lesbianas por falta de atención en la intimidad y por “asocial”.
Pasada esta oscura época, en los años 70s, el movimiento por los derechos LGTB se adueñó de estos símbolos como una muestra de orgullo y de recuerdo a la opresión y el prejuicio constante que sufrieron los y las homosexuales.
El silencio impuesto por la sociedad posterior a la guerra, silencio a casi todos los supervivientes; estuvieron solos y murieron solos, llevándose sus memorias con ellos y solo algunos homosexuales hombres y mujeres contaron sus testimonios.
Fuentes: https://www.antropohistoria.com