La participación política (o la falta de ella) tiene consecuencias sobre toda la comunidad.
Cuanto mayor sea la participación, mayor será el conocimiento sobre los aspectos cotidianos, lo que ocurre en comunidad y el acercamiento y propuesta que se puede generar en colectivo.
Al participar, nos damos cuenta de nuestra influencia sobre las decisiones públicas, ejercemos nuestro derecho a la información y podemos ser parte de acciones fundamentales que se estén llevando a cabo.
Mientras mayor sea la participación política, mayor llega a ser la influencia ciudadana sobre la política. Al entablar diálogos y establecer relaciones con las instituciones y autoridades públicas, se generan nuevos tipos de interacciones y se abre un contexto de mayor poder de la ciudadanía sobre las decisiones y construcción de su entorno.